Escenarios de los femicidios

Se pueden definir los siguientes tipos de escenario en los que transcurren los femicidios:
  •  Escenario de familia y relaciones de pareja:
 El escenario de la familia es uno de los contextos donde se ha generado y justificado históricamente la violencia contra las mujeres. En Honduras el movimiento feminista y de mujeres ha dado saltos cualitativos a nivel legal, de formación y capacitación, así como de sensibilización pública en el tema de violencia doméstica e intrafamiliar, donde se destaca la aprobación (1997) y puesta en marcha de la Ley contra la Violencia Doméstica que actualmente se aplica a nivel nacional. En teoría (ya que no se cuenta con un estudio realizado a este respecto) esta ley podría haber ayudado a disminuir el índice de femicidios, al ser una ley preventiva, que protege a las mujeres víctimas de daños a su integridad física y emocional así como a su vida. Actualmente el escenario de familia y relaciones de pareja (2010) ocupa el 6.9% de los casos procesados por femicidio de acuerdo a la Fiscalía de la Mujer, mientras que en años anteriores (2002-2005) ocupaba más del 50%. A pesar de esta situación hay que destacar que dentro de este rango el 53.00% el agresor fue la pareja de la vvíctima en el año 2010 y el 52.5 en el año 2009.

  • Escenario del crimen organizado, el comercio sexual y la trata de personas:  


El crimen organizado en Honduras se ha convertido en uno de los principales escenarios de los femicidios que se ha ido incrementando con el paso de los años. El 3 de marzo del presente año, se dio a conocer un informe del Departamento de estado de los Estados Unidos, donde se señala a Honduras como uno de los 20 países con mayor narcotráfico en la región latinoamericana y donde las autoridades competentes se declaran incapaces de hacerle frente a la problemática. Las mujeres son objeto del comercio sexual, la trata y actividades relacionadas con el narcotráfico y carecen de una ley o política para la protección de su vida e integridad física, sexual y emocional. Se han dado tímidos esfuerzos por parte de organismos de cooperación internacional para abordar el tema, sobre todo a nivel de infancia y adolescencia. Actualmente la trata de personas, específicamente de mujeres y el comercio sexual trasciende fronteras y está íntimamente ligado a los procesos de migración interna y externa en lo podemos llamar un circuito internacional.
Por otro lado, las venganzas y “ajuste de cuentas” son realizados como un mensaje de muerte para los hombres o sus familias a veces sin relación directa con las actividades o participación de las mujeres en actividades ilícitas (como los ejemplos donde asesinan a hermanas, madres o hijas de los hombres que están relacionados con el crimen organizado).
En este contexto es importante destacar que las mujeres son víctimas de femicidio solo por el hecho de ser mujeres. Dicho de otra manera, la violencia de género incide en los femicidios debido a que cualquier mujer, aún sin estar relacionada en actividades ilícitas puede ser objeto de esta violencia, en un ambiente donde predomina la impunidad y la falta de acceso a la justicia.
  • Escenario de las maras:  

Las maras son una expresión del crimen organizado que se encuentran en barrios y colonias de los sectores urbanos marginales y de forma reciente también tienen presencia en áreas rurales. Las maras son caracterizadas por ser agrupaciones donde la mayoría de sus miembros y el nivel de jerarquía dentro de la misma está ocupada por hombres. Para las mujeres que ingresan en las maras, fundamentalmente mujeres jóvenes son sometidas a violencia sexual y física con la finalidad de crear el vínculo de pertenencia entre ella y la mara. Algunas de ellas son obligadas a entrar en la explotación sexual comercial como mecanismo de sostenimiento económico de estas agrupaciones.
Tanto para ellas como para las mujeres, que sin pertenecer a las maras viven en el mismo territorio que las maras el peligro es constante y el continuum de violencia ejercida sobre ellas como arma de control masculino puede llevar a los femicidios, ya que son varios los casos registrados por el movimiento feminista donde las mujeres son asesinadas por no responder al acoso sexual de integrantes de las maras, negarse a realizar ciertas actividades requeridas para la protección de la mara o simplemente no estar de acuerdo con los mecanismos de “seguridad” implementados por estas organizaciones tales como el cobro del “impuesto de guerra” (pago que se les exige a transportistas o habitantes de las colonias con la finalidad de evitar el ejercicio de violencia sobre ellos o ellas). El denominador común en estos casos de femicidio es que si bien algunos casos son denunciados no se les da seguimiento por parte de los familiares debido al temor a las represalias a los parientes o familiares que todavía residen en el mismo lugar o en determinados casos las familias se trasladan hacia otro lugar de residencia.
Por otro lado, es importante señalar que en los casos estudiados, los familiares de las victimas identifican a la policía como ejecutor de femicidios y hacen una clara alusión a femicidios ocurridos como producto de la vinculación de las mujeres con miembros de las maras (novias, compañeras de hogar, hijas, madres, hermanas) realizados como venganza por parte de los cuerpos policiales.
  • Escenario de la violencia política:

Este escenario, si bien estaba presente aún antes del Golpe de Estado de 2009 se ha venido conformando como un escenario de violencia y femicidio, donde la represión provocada contra las mujeres se da en el marco de acciones llevadas a cabo como parte de la resistencia al Golpe de Estado. Los responsables de esta represión son identificados como miembros de los cuerpos policiales y del ejército, sin que hasta la fecha se les haya deducido responsabilidades individuales o colectivas por estos hechos, aunque se hayan denunciado ante diversas instancias nacionales como la Fiscalía de Derechos Humanos, el COFADEH, la Plataforma de Derechos Humanos entre otras.
Este escenario nos muestra el fortalecimiento cada vez mayor de las facultades otorgadas por el ejecutivo al Ejército y Policía nacional en detrimento de las libertades civiles de las y los hondureños y sin deducción de responsabilidades por las violaciones a los derechos humanos y derechos de las mujeres que se dan de forma constante en el país.

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